Bioplastia de mentón: Tratamiento que permite realizar modificaciones con la intención de armonizarlo con el resto del rostro. La bioplastia de mentón actúa trabajando su forma, dejándolo más largo y redondeado, y todo el procedimiento se lo debe realizar llevando en consideración las necesidades individuales de cada paciente.
Por medio de un procedimiento sin cortes y con el mínimo de sangrado, la bioplastia de mentón posibilita actuar en asimetrías que puedan interferir en la armonía de la cara. El procedimiento se realiza con materiales biocompatibles, de modo que, normalmente, no ofrecen reacción por parte del organismo, además del hecho de ser realizado en el propio consultorio médico, con uso de anestesia local.
La bioplastia de mentón puede, en la mayoría de los casos, servir como alternativa a la cirugía de mentón quirúrgica que, por su vez utiliza prótesis y anestesia general.
La bioplastia de mentón es uno de los procedimientos de bioplastia facial en que los pacientes pueden acompañar todo el proceso delante de un espejo, opinando cuanto a los resultados deseados. Es importante, sin embargo, recordar que la palabra final debe siempre ser del médico responsable, una vez que este conoce bien los trazos humanos y no permitirá que se creen líneas exageradas en el rostro de un paciente.
La sustancia que se utiliza para la bioplastia de mentón es el polimetilmetacrilato (PMMA), formado por microesferas de tamaños que varían entre 40 y 60 micrones, imposibilitando la fagocitosis del biopolímero inerte, por los macrófagos (células responsables por la eliminación de sustancias consideradas exógenas).
Estos factores lo vuelven un implante definitivo, manteniéndose permanente en el lugar aplicado, no migrando ni siendo reabsorbido por el organismo.